Se trata de una de las playas que más nos gusta. Está a sólo 7 kilómetros de nuestro hotel y hoy queremos recomendárosla especialmente.

Está situada junto a Cala Molins, Cala Barques y Cala Clara. Todas ellas forman el conjunto conocido como Cala Sant Vicenç. Quizás Cala Carbó sea la menos visitada de todas ellas, pero no por ser menos bella que el resto, sino porque está un poco más escondida y carece de servicios turísticos. Así que si vais tenedlo en cuenta, deberéis llevar todo lo que necesitéis; agua, crema solar, comida y sombrilla. En las horas centrales del día el sol es muy peligroso.

Es una cala preciosa, el contraste del turquesa con el color duro de los acantilados que la envuelven la dota de una luz muy especial. Debemos advertiros de la peligrosidad de esta y todas las calas de Cala Sant Vicenç para fondear en barco si se levanta mar de fuera o sopla el viento de norte.

Si vais en coche el acceso es muy sencillo. Sólo tenéis que seguir las indicaciones viales. Podréis aparcar en la misma calle en principio sin problemas. También existe la posibilidad de llegar en transporte público. La parada de autobús se encuentra sólo a 300 metros de distancia.

¡Esperamos que os guste!